Studies in the Scriptures

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Maná Diario Celestial

de Noviembre

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de Noviembre

“Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios.”    Salmos 141:3

El número de guardianes, de piquetes montando guardia sobre nuestras acciones y palabras será menos en proporción a que el piquete que guarde nuestras mentes, nuestros pensamientos, sea uno fuerte.  Es allí donde necesitamos estar especialmente alertas.  “De la abundancia del corazón habla la boca”.  Esta verdad general está particularmente ejemplificada en los regenerados, que son más abiertos en su conducta y lenguaje que otros. Teniendo los sentimientos correctos en el corazón están menos en guardia con respecto a su modo de expresión quizás que previamente; pero necesitan recordar mucho más las palabras del apóstol, “si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto” ¾Santiago 3:2.  Z.’04-23

de Noviembre

“Jehová es; haga lo que bien le pareciere.”    I Samuel 3:18

No sabemos lo que es para nuestro bien más alto. Algunas veces aquellas cosas que anhelamos y deseamos alcanzar, considerándolas buenas, pueden en realidad ser para nuestra desventaja.  Benditos son aquellos que por fe son capaces de penetrar la oscuridad de cada prueba y dificultad y perplejidad, y comprender que “el Señor conoce a los suyos”, y que Él hace que todo obre para su bien.  Z.’01-148

Debemos esperar pacientemente en el Señor, y tomar pacientemente las experiencias que su providencia pueda señalar para nosotros, sin cuestionar la sabiduría, el amor y el poder de Aquel con quien tenemos relación.  Z.’01-317

de Noviembre

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”    Mateo 26:41

Algunos cometen el error de orar sin velar; otros el error de velar sin orar; pero el único método seguro y apropiado es el que el Señor mandó, combinar los dos.  Debemos velar y estar en guardia contra la invasión del mundo, la carne y el diablo.  Debemos velar por todo el aliento de la Palabra del Señor, la evidencia de su cumplimiento, los signos que indiquen su presencia y los grandes cambios de dispensación que están cercanos.  Debemos velar por cualquier cosa que nos fortalezca en fe y esperanza, lealtad y amor; y mientras velamos debemos orar sin cesar.  Debemos orar juntos como pueblo del Señor; debemos orar en nuestros hogares, como familia; debemos orar en secreto, en privado.  Z.’01-80

de Noviembre

“Se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo.”    Filipenses 2:7

Así como ningún hombre es capaz de servir a otros amos y satisfacer a ambos, y hacer justicia a ambos, porque sus intereses están en conflicto, tampoco nosotros podemos servir a Dios y a la justicia, y al mismo tiempo ser complacientes y aceptables para el adversario y aquellos que están en armonía con él, que gobierna durante está dispensación presente, el “príncipe de este mundo”.  Todo el pueblo consagrado del Señor, aquellos que amontonarán tesoros en el cielo y sean ricos hacia Dios, estarán deseosos de resultar “despojados” entre aquellos que no están consagrados, y que, cualquiera sea su proporción, están en realidad sirviendo a las riquezas, el egoísmo, la vida presente y no sacrifican sus intereses para alcanzar el Reino Celestial.  Z.’00-38

de Noviembre

“Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe.”    Hebreos 10:21, 22

Recordemos que aquel que ha comenzado la buena obra no cambia nunca, y que si nuestros corazones están todavía en armonía con Él, si nuestra fe es todavía clara y firme en la gran reconciliación, si nuestra consagración es todavía plena y completa, de modo que no buscamos nuestros asuntos, entonces en verdad podremos tener plena certidumbre de fe, porque sabiendo que Dios es inmutable, y sabiendo que todavía estamos en línea con sus promesas y arreglos, sabemos que todas sus providencias de gracia todavía son ejercidas a nuestro favor.  Esto es plena certidumbre de fe, plena confianza en el Señor.  Z. ‘00-170

6 de Noviembre

“Así que hermanos, os ruego por la misericordia de Dios, presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”     Romanos 12:1

Entregar todo lo que tenemos al servicio del Señor no sólo es una cosa racional, sino una ofrenda muy pequeña, mucho menos de lo que quisiéramos entregarle a Aquel que ha manifestado tal compasión y gracia hacia nosotros.  Y debiéramos sentir así, aunque no hubiera recompensas concedidas por tal consagración de nosotros mismos.  Pero puesto que Dios ha concedido grandes recompensas y bendiciones, debiéramos sentir no sólo que un rechazo al aceptarlas sería una indicación de falta de aprecio por la misericordia divina, sino también una indicación de debilidad mental, de juicio que es incapaz de balancear los pequeños y transitorios placeres de la propia voluntad por unos pocos y breves años, con una eternidad de gozo y bendiciones y gloria, en armonía con el Señor.  Z.’00-170

7 de Noviembre

“Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios.”    Apocalipsis 20:4

Aunque esta decapitación es figurativa y no literal, sin embargo tiene un profundo significado…  Significa no sólo la muerte de la voluntad propia,  sino también el cortar toda otra cabeza, gobierno y legislador, y no reconocer ninguna “cabeza” excepto a Jesús, a quien Dios ha señalado para ser la Cabeza de la iglesia, que es su cuerpo… Significa, no sólo ser cortados de toda cabeza y autoridad institucional, sino también dejar de tener cabeza y voluntad propias, y aceptar, en su lugar, el liderazgo, la voluntad de nuestro Señor Jesús.  Este es el mismo pensamiento que nos trae a la atención el apóstol en Romanos 6:3, donde declara que somos bautizados en el cuerpo de Cristo, como miembros de este cuerpo, bajo una cabeza, Cristo, al ser bautizados en su muerte; una plena consagración de nuestras voluntades, y finalmente, una plena entrega de nuestras vidas, fielmente hasta la muerte.  Z.’00-285

8 de Noviembre

“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.”    Éxodo 20:7

Aunque este mandamiento no fue dado al Israel espiritual, podemos ver fácilmente cómo su espíritu llega hasta nosotros… Nosotros hemos tomado el nombre de Cristo como nuestro nombre.  Somos contados como miembros del cuerpo de Cristo.  El santo nombre de la Cabeza pertenece a todos los miembros del cuerpo.  El honorable nombre del Novio pertenece a su Desposada.  Qué cuidado debiera inspirarnos esta idea y cuán apropiadamente debiera decirnos: “Debo ocuparme de no tomar el nombre del Señor en vano, que yo aprecio el honor, dignidad y responsabilidad de mi posición como Su representante y embajador en el mundo.  Caminaré circunspectamente, buscando tanto como sea posible no traer deshonor a este nombre, sino contrariamente honrarlo en cada pensamiento, palabra y hecho.  Z.’04-73

9 de Noviembre

“Porque el deseo de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”    Gálatas 5:17

Aquí está la gran y continua batalla, porque aunque la nueva voluntad se afirma a sí misma y pone al cuerpo bajo su sujeción, sin embargo el cuerpo mortal, al no estar realmente muerto continuamente entra en contacto con el mundo y el adversario y es continuamente estimulada por éstos y revigorizado con cuidados terrenales, ambiciones, métodos, esfuerzos, conflictos e insubordinación a nuestra nueva voluntad.  Ningún santo deja de tener experiencias de esta clase, luchas externas e internas.  Debe ser una lucha hasta el final o el gran premio por el cual luchamos no será ganado.  Porque aunque la Nueva Criatura domina al cuerpo mortal por la gracia y fortaleza del Señor repetidamente, sin embargo hasta la muerte el conflicto no puede cesar.  Z.’03-424

10 de Noviembre

“El amor… no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.”    I Corintios 13:6

¿Están los principios de lo justo e injusto tan firmemente fijos en mi mente, y estoy tan completamente de acuerdo con lo justo y tan opuesto a lo injusto que no alentaría a lo injusto, sino que debo condenarlo, aunque me trajera ventajas?  ¿Estoy tan de acuerdo con lo justo, con la verdad, que no evitaré regocijarme con la Verdad y su prosperidad, aunque perturbe algunas de mis opiniones preconcebidas, o sea desventajoso para algunos de mis intereses terrenales?  El amor de Dios, que el apóstol describe aquí como el espíritu del pueblo de Dios, es un amor que está muy por encima del egoísmo, y está basado sobre principios fijos, que día a día serán distinguidos más y más claramente, y a los cuales se adhiere firmemente a cualquier costo.  Z.’03-57

11 de Noviembre

“Poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud.”    2 Pedro 1:5

Una gran dificultad del pueblo del Señor es que, aunque esté determinado a un curso correcto y así resiste la tentación, no ejerce suficiente acción positiva.  Muchos dicen al tentador, he decidido no ceder esta vez.  Así dejan abierta en sus propias mentes una oportunidad por la cual el tentador puede retornar.  El proceder de nuestro Señor fue el apropiado: debemos rechazar al tentador una vez y para siempre.  Debemos hacer nuestra posición tan firme que aun el adversario no piense que valga la pena regresar a nosotros; “Vete Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”.  Z. ’04-10

12 de Noviembre

“No seas incrédulo, sino creyente.”    Juan 20:27

Es imposible para nosotros acercarnos al Señor a no ser que ejerzamos fe y confianza en Él, en Su Bondad, en Su Poder, en Su Sabiduría, en Su Amor.  La fe es una cuestión de cultivo, de desarrollo.  Los mismos apóstoles que gritaron de terror cuando la tormenta estaba sobre el mar de Galilea, gradualmente crecieron más y más fuertes en fe, como muestran los registros, y pudieron confiar en el Señor en su ausencia y cuando no pudieron hallarlo.  En forma similar debiera ser parte de nuestra diaria lección el cultivar la confianza en el Señor, y pensar en las experiencias del pasado en nuestras vidas y en todas estas lecciones de Su Palabra, para que así nuestra fe en Él pueda arraigarse y afirmarse.  Z.’04-89

13 de Noviembre

“Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad.”    Mateo 6:8

Nuestras peticiones, nuestros ruegos, nuestros llantos al Señor, por lo tanto, debieran ser por santidad de corazón por ser llenos de Su Espíritu, por el alimento, el refresco, la fortaleza espiritual; y como por las cosas naturales, Él sabe el camino que tomamos y qué resultará para nuestro mejor interés como Nuevas Criaturas.  Debemos dejárselo a Él, porque Él no se complacerá al vernos importunándole por las cosas que no nos ha dado, porque hacer así no sería un ejemplo de fe en Él, sino por lo contrario, un ejemplo de duda, una manifestación de temor de que Él estuviera olvidando o negando Su promesa de darnos las cosas necesarias.   Z.’04-90

14 de Noviembre

“Por tanto, mirad por nosotros…  Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos sagaces, que no perdonarán al rebaño.  Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.”    Hechos 20:28-30

Es necesario para la disciplina, prueba y examen final de la iglesia de Dios que ellos deban estar sujetos a estas influencias adversas; porque para aquel que los venga es la promesa de gran recompensa.  Si reinaremos con Cristo, debemos probar que somos dignos de reinar por medio de las mismas pruebas de lealtad hacia Dios, de fe en su palabra, de celo por la verdad, de paciente sufrimiento de reproche y persecución, aun hasta la muerte, y de inconmovible confianza en el poder y propósito de Dios para liberar y exaltar a Su Iglesia a su debido tiempo.  Para tales fieles son las benditas consolaciones del Salmo 91.  Z.’04-74

15 de Noviembre

“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”    I Juan 2:6

Debe andar como nuestro Señor anduvo, en su comportamiento en general y su relación con todo lo que es bueno y correspondientemente debe evitar todo lo que sea malo.  Debe andar tan cerca como sea posible de las pisadas de Jesús.  Esto, sin embargo, no significa que deberá o podrá, en un cuerpo imperfecto, andar en toda la perfección de su Señor, quien aun en Su carne era perfecto.  Significa sólo lo que dice, que debiéramos andar como Él anduvo, en la misma forma, en la misma dirección, hacia la misma marca y estándar que Él reconoció y estableció.  Z.’03-345

16 de Noviembre

“Ésta ha hecho lo que podía.”    Marcos 14:8

No es nuestro privilegio entrar en contacto personal con nuestro Redentor, pero sí es nuestro privilegio ungir a los “hermanos” del Señor con el dulce perfume del amor, de simpatía, del gozo y de la paz, y lo más costoso de esto puede ser lo que se relaciona con nuestras autonegaciones, lo que será más preciado en la estima de nuestro Hermano Mayor, que declaró que según hagamos o no a Sus hermanos, hacemos o no para Él…  Nuestros vasos de alabastros son nuestros corazones, que debieran estar llenos de los más ricos y dulces perfumes de buenos deseos, amabilidad y amor hacia todos, pero especialmente hacia Cristo, hacia la Cabeza, nuestro Señor Jesús y hacia todos los miembros de su cuerpo, la Iglesia; y especialmente de nuestra parte hacia los miembros que sostienen el cuerpo que están ahora con nosotros, y sobre quienes tenemos ahora el privilegio de derramar los dulces aromas de amor y devoción en el nombre del Señor, porque somos suyos.  Z.’99-78; ‘00-378

17 de Noviembre

“Pues a sus ángeles [mensajeros] mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”    Salmos 91:11

Esto es, Dios levantará algunos pastores y maestros fieles que velarán “por vuestros almas, como quienes han de dar cuenta”.  En verdad se levantarán falsos maestros, pervirtiendo la Palabra del Señor y buscando por astutos sofisterías subvertir vuestras almas; pero si en simplicidad de corazón los hijos de Dios requieren un “Así dijo el Señor” por cada elemento de su fe, y cuidadosamente prueban todas las cosas por medio de la Palabra, serán capaces de distinguir rápidamente la verdad de la falsedad.  Y habiendo hecho así, el Apóstol Pablo nos aconseja tener confianza.  El Señor, nuestro Pastor, cuidará de las ovejas verdaderas.  Z. ’04-75

18 de Noviembre

“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende.”    Salmos 34:7

Cuánto aumenta la confianza de un cristiano el comprender que mientras los poderes terrenales pueden estar en oposición y que él puede estar realmente sin poder para resistir a los adversarios, y que además de los adversarios de carne y sangre, comprende que también batalla con maldad espiritual en lugares exaltados (contra Satanás y sus adláteres de las tinieblas), sin embargo, por otra parte, “mayor es Aquel que está por nosotros que todos los que están en contra”, y que todas las huestes celestiales están sujetas a la voluntad divina y pueden ser usadas para el avance de la causa divina de acuerdo a la sabiduría divina.  Z.’97-120

19 de Noviembre

“Velemos y seamos sobrios.”    1 Tesalonicenses 5:6

Velemos en el sentido de prestar cuidadosa atención a todas las instrucciones que el Señor nuestro Dios nos ha dado, acerca de lo que sería un aceptable servicio para Él.  Velemos, esforzándonos por andar tan cerca como sea posible de las pisadas del gran Sumo Sacerdote.  Seamos sobrios en el sentido de que no seamos frívolos; para que mientras estamos felices, gozosos en el Señor, libres de los ansiosos cuidados que están sobre muchos otros por apreciar mal el carácter y plan de nuestro Padre, nosotros podamos, sin embargo, ser sobrios en el sentido de seria apreciación de las oportunidades y privilegios presentes en relación con el servicio del Señor; no con irreflexiva negligencia, dejando que las oportunidades y privilegios se deslicen de nuestras manos para ser luego lamentados.  Z.’02-239

20 de Noviembre

“Porque haciendo estas cosas no caeréis jamás.”    II Pedro 1:10

El caso no es hacer estas cosas perfectamente, y sin considerar las justicias de Cristo para cubrir nuestras transgresiones y compensar nuestras faltas diarias; pero si, sumada a nuestra fe en la enlutada justicia de Cristo, hemos cultivado todas estas gracias según nuestras habilidades, no caeremos. Cuando hemos hecho todo lo que podemos hacer, somos todavía siervos inútiles, que no nos atrevemos a creer en nuestra propia justicia, sino en el amplio manto que es nuestra fe en Cristo mientras con consistente “diligencia”, trabajamos por nuestra propia salvación con temor y temblor, sabiendo que la justicia de Cristo sólo se aplica a quienes desean abandonar el pecado y seguir aquella “santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.  Z.’97-148

21 de Noviembre

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.”    Santiago 1:2

Todos deseamos frecuentemente, sin duda, que las pruebas terminaran y que fuéramos colocados entre los vencedores; pero la paciencia, la fe y la confianza deben hacer un trabajo de refinamiento en nuestros corazones, haciéndonos maduros, dispuestos y obedientes para con el Señor.  Dejemos que la buena obra continúe.  Regocijémonos si nuestras pruebas nos han traído lecciones de cualquier clase que son provechosas para nosotros, que hayan tendido a hacernos más fuertes en carácter, más firmes en la verdad y la justicia, más concientes de nuestras propias debilidades, y más en guardia contra ellas.  Aun aquellos conflictos que han resultado en victorias parciales posiblemente han sido para nuestra ventaja.  Aun en puntos que pudieran haber resultado en fallas absolutas, el resultado puede ser un fortalecimiento del carácter, una cristalización de determinación por mayor celo en aquella dirección nuevamente, y una humildad de corazón frente al Señor en oración.  Z.’02-133

22 de Noviembre

“Porque me consumió el celo de tu casa.”     Salmos 69:9

La gente fría, calculadora, puede tener otras buenas cualidades, pero no hay lugar para la frialdad o aun la tibieza por parte de aquellos que han probado una vez la gracia del Señor.  A tales, el amor encendido debiera llevarlos a un celo consumidor.  Fue así con nuestro Señor Jesús, y esta fue una de las razones por la que fue amado por el Padre.  Que todos los que desean ser agradables a la vista de nuestro Señor lleguen a ser tan llenos con el mismo espíritu de celo por la justicia y la verdad que los consuma como sacrificios sobre el altar del Señor.  Así serán más agradables y aceptables para Él por medio de Jesús nuestro Señor.  Z.’98-112

23 de Noviembre

“Porque nos es necesaria la paciencia [alegre sufrimiento, constancia], para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”    Hebreos 10:36

Así vemos que no es meramente hacer la voluntad de Dios que es la prueba, sino que luego de haber alcanzado este punto, esta marca de carácter en nuestros corazones, en nuestras voluntades (si sólo parcialmente en la carne), debiéramos, con paciente sufrimiento, establecer la justa voluntad de Dios como la ley de nuestros corazones, la regla de vida bajo todas las circunstancias y condiciones.  Entonces, y sólo hasta entonces, estaremos en la condición de corazón apropiada para el Reino.  El apóstol Santiago dice, “la prueba de vuestra fe produce paciencia [paciente sufrimiento]”; es decir, si nuestra fe soporta la prueba, obrará este carácter de paciencia en el sufrimiento.  Por supuesto, por otro lado, si no alcanzamos la paciencia en el sufrimiento, significará que nuestra fe no ha soportado la prueba satisfactoriamente, que no somos aptos para el Reino.  Z.’01-117

24 de Noviembre

“Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.”    Hechos 24:16

Nuestras conciencias requieren regulación, como lo requieren todas las otras características de la naturaleza caída.  Si nuestras conciencias deben ser reguladas debemos tener algún modelo por el cual disponerlas y regularlas.  La conciencia es como un reloj cuyo dial está apropiadamente marcado con las horas, pero cuya conexión como medidas del tiempo depende de una apropiada regulación de su muelle real, para que pueda señalar las horas verazmente; así nuestras conciencias están listas para indicar lo correcto e incorrecto, pero sólo se puede confiar en ellas para que nos digan verdaderamente lo que es correcto y no, después de ser reguladas en relación con el nuevo muelle real, el nuevo corazón, la voluntad pura, traída a plena armonía con la ley de amor, como se nos presenta en la Palabra de Dios.  Z.’00-360

25 de Noviembre

“Cuando alguno es tentado no diga que es tentado por parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.”    Santiago 1:13

Hay una diferencia entre las tentaciones que el Padre considera apropiadas y las tentaciones que vienen del adversario.  Las primeras son pruebas de lealtad hacia Dios y a los principios de justicia, y están pensadas para ser una bendición y una ayuda a todos aquellos que las soportan, y que así demuestran su lealtad a la justicia.  Las tentaciones de Satanás, por lo contrario, son trampas y engaños del mal y la equivocación, tentaciones que hacen aparecer a lo correcto como incorrecto y a lo incorrecto como correcto, poniendo la luz por tinieblas y las tinieblas por luz.  En este sentido de engaño y trampa en el mal, Dios no tienta a nadie.  Z.’104-7

26 de Noviembre

“Y Jehová dijo [a Moisés]: ¿Qué es eso que tienes en tu mano?”    Éxodo 4:2

Si algún hombre quisiera ser usado más abundantemente por el Señor en Su bendito servicio, que busque primero ser más y más capaz.  Que imite a aquel siervo amado y honrado, Moisés, en mansedumbre, humildad, energía y celo infatigable y autosacrificio en el servicio del Señor.  Pero el mayordomo sabio procurará siempre cultivar sus habilidades naturales, y no esperará que el Señor obre un milagro para su avance, y así perder valioso tiempo buscando desarrollar lo que no posee por naturaleza.  Z.’94-143

Por tanto, que cada uno de nosotros busque por humildad, por celo, por amor al Señor y a su causa, por fe en su poder, estar en esta condición de corazón y mente que nos hará estar listos para ser usados, y útiles en cada departamento del servicio divino al cual el Señor puede agradarle llamarnos.  Z.’01-348

27 de Noviembre

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia.”    Efesios 6:18

Debemos tener el espíritu de oración en todo lo que hacemos y decimos: esto quiere decir, nuestros corazones tienen que ir al Señor continuamente por guía en todos los asuntos de la vida, para que hagamos con nuestras fuerzas lo que nuestras manos encuentren para hacer, en tal forma que será aceptable para Él, y que seamos protegidos por Él de la tentación que de otra manera estaría más allá de nuestras fuerzas, y para que finalmente seamos salvados del malvado y tengamos un lugar en el Reino de nuestro Señor.  Hermanos y hermanas, recordemos más y más, y pongamos en práctica estas palabras de nuestro Señor, “velad y orad; para que no entréis en tentación.”  Z.’01-80

28 de Noviembre

“Si él diere reposo; ¿quién inquietará?”    Job 34:29

“¿Quién sino Él, el ‘Dios de toda consolación’, puede dar reposo en medio de tumultos que se alzan sobre el alma como tormentas repentinas sobre el mar? Como marineros en el océano de peligro, clamamos a Él, y Él nos trae al ansiado puerto, bendito refugio, de quietud y paz en Dios.

“O ¿cuál es el clamor que trae esta respuesta de paz?  No es una oración para que toda ocasión de disturbio sea removida, porque no siempre es la voluntad divina traer paz al espíritu humano en esta forma; no es esta siempre la mejor forma.  Pero hay un clamor que nunca falla en traer reposo que nadie puede ‘inquietar’.  Es la oración por la dulce, confiada y amorosa conformidad con la voluntad de Dios.”  Z.’ 96-259

29 de Noviembre

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”    Hebreos 10:23

La promesa de Dios es el fundamento sobre el cual todo lo que esperamos, tanto en carácter o gloria venidera, se edifica.  Apreciemos esta verdad para que no la comprometamos en algún sentido o en algún grado; no sólo retengamos la Verdad en letra sino también en espíritu; en amor a ella, porque es verdad, así como también es hermosa y grande.  Y recordemos siempre la importancia del sufrimiento paciente, para que no sólo cultivemos las gracias cristianas, y las practiquemos, sino que podamos tomar gozosamente las pruebas, persecuciones o dificultades que el Señor pueda ver como apropiadas, y permita que vengan sobre nosotros para probarnos y para el desarrollo de ese carácter que Él nos explica es de suprema importancia, y sin el cual el amor perfecto no puede ser ni alcanzado ni mantenido.  Z.’ 01-119

30 de Noviembre

“He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”    Mateo 28:20

Seguramente Aquel que fue cuidadoso en supervisar el trabajo de la siembra, no está menos interesado y diligente con respecto a la cosecha.  Creamos entonces en la hoz de la Verdad con energía y con coraje, recordando que servimos al Señor Cristo, recordando que no somos responsables por la cosecha, sino meramente por nuestra energía en juntar el “trigo” maduro que podamos hallar.  Si la labor es grande para hallar unos pocos granos de trigo maduro, debemos regocijarnos más en aquellos que hallamos, y aprender a amar y apreciar lo que es escaso y precioso.  Recordemos también mientras usamos toda la sabiduría que podemos en este servicio, que el objetivo del Señor al darnos parte en Su obra no se relaciona con cuánto podamos llevar a cabo sino más bien con la bendición que la labor traerá sobre nosotros.  Z.’01-155

 

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