Maná Diario Celestial
de Junio
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1 de
Junio
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese
es el que me ama; el que me ama, será amado por mi Padre y yo le
amaré, y me manifestaré en él.”
Juan
14:21
Que
esta comunión íntima y compañerismo con Cristo imparta a cada uno
más y más de su propio espíritu para que el mundo pueda tomar
conocimiento de nosotros, que hemos “estado con Jesús”; y que la
oración de cada uno sea,
“¡Señor Jesús, que tú seas para mi
Una realidad viva y brillante!
Más real para la aguda visión de
la fe,
Que cualquier objeto que se ve;
Más querido, más profundamente
cercano,
Que el más dulce lazo terreno” Z. ’95-75 |
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2 de
Junio
“Pues me propuse no saber
entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.”
I
Corintios 2:2
Nuestra observación de aquellos consagrados que han
permitido que otros temas además de “este evangelio” absorban tiempo
y atención nos lleva a aconsejarlos para que sean muy celosos en
manejar prudentemente el tiempo y talento para el ministerio del
evangelio, dejando todo los demás temas, no importa cuán
interesantes sean a otros ahora, y para la vida futura para nosotros
mismos, cuando todo conocimiento sea nuestro. Como hemos observado
invariablemente, aquellos que por cualquier razón evitable se
apartan del ministerio del único y verdadero evangelio son
rápidamente quitados del camino o considerablemente obstaculizados
en su curso hacia “el premio del Supremo Llamamiento”. (Filipenses
3:14). Z. ’95-116 |
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3 de
Junio
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el
firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a
otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay
lenguaje ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra
salió su voz y hasta el extremo del mundo sus palabras.”
Salmos
19:1-4
La magnifica manifestación de los cielos de día y de
noche debiera suscitar nuestra alabanza y adoración, y debiera
inspirar en nuestros corazones una devoción santa y reverente.
Dejemos que la actividad, la perfecta obediencia a la ley divina, y
el bendito resplandor de las huestes celestiales, graben sus santas
lecciones en nosotros, de celosa actividad sin conmoción u
ostentación; de perfecta obediencia a la voluntad de Aquel que hace
bien todas las cosas, quien es demasiado sabio para equivocarse y
demasiado bueno para ser cruel; y dejemos que la gloria del Señor
que nos ha iluminado brille desde nosotros aún a su vez sobre todo
espectador. Z. ’95-121 |
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4 de
Junio
“¿Quién ha creído a nuestro
anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
Isaías 53:1
Es nuestra fe la que está a prueba ahora. En los
días calmados cuando el sol del favor resplandeció brillantemente
sobre nosotros, tranquilamente echasteis el fundamento de un
conocimiento de la verdad, y levantasteis la superestructura del
carácter cristiano. Ahora estáis en el horno para ser probado,
convocad todo vuestro coraje, fortificad vuestra paciencia; alentaos
para soportar el sufrimiento; asíos firmemente a vuestra esperanza,
traed a la mente las promesas, son vuestras todavía y “no perdáis,
pues vuestra confianza que tiene grande galardón” (Hebreos 10:35).
“En quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (Isaías 30:15)
“Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él” (Salmos 37:7), y la fe
ganará su victoria. Z. ’95-135 |
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5 de
Junio
“En ti, Oh Jehová,
he confiado.”
Salmos
31:1
La mayor desventaja en presencia de sus enemigos es
dejar ir, aún temporalmente, su empuñadura sobre el ancla de la fe.
Hágalo así por un momento y las tinieblas comienzan a juntarse a su
alrededor; no puede ver el brillo de la casa de su padre, porque
“sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6); y mientras se
aferra otra vez al ancla, los poderes de las tinieblas lo atacan
ferozmente con dudas y temores, basados generalmente en sus
imperfecciones humanas, las cuales, debiera recordarlo siempre,
están cubiertas por el manto de justicia de Cristo. Si tenemos la
paz de Dios reinando en nuestros corazones, nunca debemos dejar ir
nuestra ancla “ni permitir que la más mortífera de las contiendas de
Satanás venza nuestro coraje”. El idioma de nuestros corazones
debiera ser siempre, “aunque que él me matare, en él esperaré” (Job
13:15). Z. ’95-157 |
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6
de Junio
“Mirad también por
vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de
glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida.”
Lucas
21:34
¡Qué obra vemos delante de nosotros, y qué necesidad
por la sobriedad, la vigilancia y la tenacidad! Es el trabajo de
una vida, la batalla de una vida contra un poderoso enemigo
atrincherado en nuestra carne. Los poderes exteriores son fuertes
en verdad, pero la guerra civil en el interior es mucho más
temible. Si en alguna medida resultamos intoxicados con el espíritu
del mundo, si damos lugar a la auto gratificación, el amor a la
comodidad, el placer, una pequeña indulgencia de cualquiera de las
antiguas disposiciones a la envida, la malicia, el orgullo, la
vanagloria, el jactarse de sí mismo, la obstinación, el
enaltecimiento, la ira, la contienda, o cualquiera de tales cosas,
aún un poco; ¡Cuán grande es el peligro al cual estaremos expuestos!
Z. ’95-201 |
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7
de Junio
“El Dios de toda gracia,
que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca.”
I
Pedro 5:10
Es sólo por medio de soportar pacientemente las
dificultades como buenos soldados de Cristo que esta deseable
condición puede ser obtenida, es decir, el perfecto control y la
habilidad de resistir el mal, la fe afirmada, la paciencia y la
virtud establecidas, morando confiados en Cristo, y teniendo
esperanza por medio de su palabra de promesa. Indudablemente esta
fue la propia experiencia del apóstol a medida que envejeció en el
servicio del Maestro, y así debe ser la nuestra; ¡Que cada año que
pasa nos encuentre más cerca de la cima de la perfección! Z.
’95-202 |
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8
de Junio
“El que haga volver al
pecador del error de su camino, salvará de la muerte un alma, y
cubrirá multitud de pecados.”
Santiago
5:20
Cuando vemos a otros caminando por senderos
prohibidos, en el camino de los transgresores, no debemos seguirlos
para ayudarlos, sino mostrarles el sendero correcto, manteniéndonos
en él y llamándoles. Si notamos a alguno confundiéndose a sí mismo
con doctrinas y enseñanzas de hombres, que sabemos que son
fundamentalmente equivocadas, no debemos pasar a través de esas
doctrinas para ayudarlos; sino que debemos recordarles que el
estudio de cualquier doctrina que no se ajuste al fundamento no es
sólo un mal uso del tiempo consagrado, sino que cualquier contacto
con aquello que sabemos que es erróneo, es equivocado y peligroso,
como todas las violaciones de conciencia y principio son
peligrosas. Z. ’95-203 |
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9
de Junio
“En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Juan
16:33
No hubo recompensa de prosperidad terrenal para la
fidelidad del Señor, sino al contrario, encontró privación y
persecución, hasta la muerte. El fue un “varón de dolores,
experimentado en quebranto (Isaías 53:3); los vituperios de aquellos
que vituperaban a Dios cayeron sobre él; aunque era rico, por amor a
nosotros se hizo pobre” (2 Corintios 8:9), tan pobre que él dijo:
“las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; más el hijo
del hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Mateo 8:20)… y el
siervo no está por sobre su maestro: Si lo persiguieron a él, nos
perseguirán a nosotros también; y los vituperios de aquellos que lo
vituperaron caerán también sobre nosotros. La única recompensa
presente que los seguidores de Cristo pueden buscar es la cordial
manifestación del amor y la aprobación del Señor. Z. ’95-207 |
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10
de Junio
“Señor, enséñanos a orar.”
Lucas
11:1
En resumen, nuestras oraciones,
para ser aceptables a Dios, deben expresar confiada fe, amorosa
estimación y reverencia, plena simpatía con el Plan Divino y
sumisión a la Voluntad de Dios, reconocimiento de los pecados y
faltas y deseo de perdón, con humilde anhelo por la guía y
protección divina. Esto puede no ser siempre expresado en palabras,
pero tal debe ser por lo menos la actitud del alma. Z. ’95-213
“La oración es el deseo sincero del alma, proferido o
no expresado.” |
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11 de
Junio
“Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado.”
Filipenses
3:13
Si algún hombre considera que ya ha alcanzado un
estado espiritual satisfactorio, desde ese momento puede fechar el
comienzo de su declive espiritual. Ningún logro presente puede ser
satisfactorio para un seguidor sincero de Cristo quien con
dedicación se esfuerza por copiar al modelo perfecto. Sólo cuando
apartamos nuestros ojos de Cristo puede ejercitarse la
autocomplacencia; porque en la plena contemplación del modelo
nuestras faltas están siempre manifiestas. Y si con orgullo en el
corazón las perdemos de vista para nosotros mismos, sólo resultan
más manifiestas para otros. Sólo en la realización de un continuo
crecimiento en la semejanza de Cristo debiera hallar el cristiano
satisfacción. Z. ’95-250 |
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12
de Junio
“Pero una cosa hago.”
Filipenses
3:13
Observamos la firmeza de propósito del apóstol: “una
cosa hago”. El no trató de hacer muchas cosas, si las hubiera
hecho, seguramente habría fallado, él dedicó su vida a realizar un
propósito al cual había sido llamado, y a tal fin apartó toda otra
meta en la vida, lo hizo, también, en vista del hecho que a lo largo
de la vida presente su curso elegido le traería ciertas pérdidas,
privaciones, trabajos, cuidados, persecuciones y continuos
reproches. En esta firmeza de propósito fue aliviado de muchas
tentaciones de hacerse a un lado para disfrutar de las buenas cosas
de la vida presente, o de perseguir algunos de sus sueños irreales.
Z. ’95-250 |
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13 de
Junio
“Estaré satisfecho cuando despierte a tu
semejanza.”
Salmos
17: 15
“Dejemos ahora que nuestros
pensamientos en alas sublimes
se eleven de los cuidados
triviales del tiempo,
descorran el velo, y vean
las glorias
de la eternidad.”
Dejemos que los pensamientos de Dios, de Cristo y de
los dignos santos del pasado y el presente, de la herencia
celestial, de la bendición de nuestra futura obra en cooperación con
Cristo, de la magnitud y benevolencia del plan divino, y de la
gloria y bendición de nuestra reunión junto a Cristo cuando nuestra
obra en la vida presente haya terminado, llenen nuestras mentes e
inspiren nuestros corazones. Y a estas contemplaciones recibamos
también el consuelo adicional y la bendición de la comunión personal
y el compañerismo con Dios por medio de la oración y el estudio de
la Palabra y de nuestras reuniones de adoración y alabanza. |
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14 de
Junio
“Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes.”
I
Pedro 5:5
Por sobre casi cualquier cosa, amados, guardemos bien
nuestra humildad. Es sólo cuando somos pequeños a nuestros propios
ojos que Dios puede usarnos con seguridad para nosotros mismos. Y
sin embargo, Él no nos protege de cada prueba de fidelidad. Si, por
lo tanto, Dios os da una pequeña exaltación hoy, un pequeño estímulo
de éxito en Su servicio recibido humildemente, mansamente,
recordando vuestra propia indignidad e insuficiencia excepto en lo
que Dios se complace en obras por medio de vosotros; y estad tan
listos a recibir las humillaciones de mañana tan necesarias para
vuestra disciplina y el apropiado balance de vuestro carácter. Si
el éxito de ayer os impacienta bajo la humillación de hoy,
¡cuidado! No estáis tan acabadamente desarrollados en vuestro
espíritu como deberíais estar. Z. ’96-19 |
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15 de
Junio
“Y haré con vosotros pacto
eterno, las misericordias firmes a David.”
Isaías
55:3
Todos los que tienen hambre y sed de justicia, cuyas
almas están sedientas de Dios como el ciervo de las corrientes de
aguas, y quienes, habiéndole hallado, se han consagrado a sí mismos
para Él y han recibido la unción del Espíritu Santo, testimoniando
con sus espíritus que ellos son los hijos de Dios, y que como hijos
ungidos pueden descubrir en sí mismos las dignas características de
los hijos verdaderos: lealtad, fidelidad, celo, energía, coraje,
discreción, etc., éstos constituyen la clase con la cual el Señor ha
hecho un pacto eterno y a la cual pertenecen “las misericordias
firmes a David”. Z. ’96-29 |
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16 de
Junio
“Es verdad que ninguna
disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que
en ella han sido ejercitados.”
Hebreos
12:11
Es bajo tal disciplina que el alma es llevada a una
amorosa sumisión que calmadamente dice, puedo hacer todas las cosas,
soportar todas las cosas, por medio de Cristo que me fortalece. A
medida que la escoria de la vieja naturaleza es consumida, y el oro
resulta más y más manifiesto, estas preciosas almas resultan más
apreciadas para su amoroso Señor. Tan apreciadas son para Él, que
en cada aflicción Él está cerca con Su gracia para sostener y su
presencia para animar; y las más profundas sombras de pena se
convierten en los más venerados lugares de descanso, donde la
Estrella de la mañana brilla fulgurante. Z. ’96-44 |
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17 de
Junio
“Y ¿quién podrá soportar
el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se
manifieste? Porque él es como fuego purificador… Y se sentará
para afinar y limpiar la plata.”
Malaquías
3:2, 3
El Gran Purificador está observando para ver cómo el
precioso metal de vuestro carácter refleja Su imagen. O, en
palabras sencillas, en cada prueba Él observa para ver qué
influencias controlan nuestras acciones, sean estas influencias de
ventajas presentes, o política humana, o amistad personal, o amores
terrenales (del esposo, esposa, o hijos), amor a la comodidad, o
amor a la tranquilidad a cualquier costo; es decir, por otra parte,
que somos controlados por los principios de verdad y justicia; y
defendamos estos principios con celo y energía a cualquier costo de
trabajo o sufrimiento, o ambos, y así peleemos la buena batalla de
la fe hasta el implacable final, hasta la muerte. Z. ’96-45 |
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18 de
Junio
“En tu presencia hay
plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.”
Salmos
16:11
En la presencia del Señor, sin
importar donde estemos, hay plenitud de gozo. Cultivemos más el
conocimiento del Señor acercándonos a Él en oración, en el estudio
de Su preciosa Palabra, en la meditación sobre Su bondad, su cuidado
providencial, las marcadas manifestaciones de Su gracia en nuestras
propias experiencias individuales, y Sus preciosas promesas que son
todas ciertas en Cristo Jesús. Así, “acercaos a Dios, y él se
acercará a vosotros” (Santiago 4:8); Él se manifestará a Sí mismo a
vosotros y hará su morada en vosotros.
Es en verdad la voluntad de Dios que todos sus hijos
estén felices en Él, que siempre puedan regocijarse; y si a alguno
falta su bendición, está viviendo por debajo de sus privilegios. Z.
’96-54 |
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19 de
Junio
“Luz [verdad] está
sembrada para el justo, y alegría [los gozos de la verdad] para
los rectos de corazón.”
Salmos
97:11
Los verdaderos hijos de Dios aman la Verdad porque
tienen afinidad por ella… Cuando han hallado la verdad, reconocen su
valor; la aprecian, y meditan sobre ella… dicen, Ella es como Dios:
es la manifestación de su gloriosa bondad, el reflejo de Su amoroso,
benevolente, sabio y justo carácter. Y, por lo tanto, aman la
Verdad y a Dios que se la dio: la atesoran en su corazón y la
estudian una y otra vez; y a medida que miran su interior, y admiran
su simetría y belleza, se esfuerzan más y más para conformar sus
caracteres a las mismas líneas de belleza y buscar encomendarla por
palabra y conducta a otros, para que también puedan ser bendecidos
por ella. Z. ’96-55 |
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20 de
Junio
“No améis al mundo,
ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él.”
I
Juan 2:15
Confraternizar con el mundo es andar en armonía con
sus ideas y conformarse a sus caminos. En este sentido no debemos
amarlo, sino debemos estar apartados de él y en oposición a él. El
camino que así se nos señala es, en algunos aspectos al menos, un
camino difícil, y un camino solitario, pero es el único camino de
paz y felicidad. Este mundo con su lujuria pasa rápidamente; está
vacío e insatisfecho y finalmente conduce al desastre y la ruina;
pero aquellos que se deleitan en el camino del Señor tienen bendita
comunión y compañerismo con Él. Sus gozos vienen de una fuente que
el mundo no puede comprender. Viven en un plano más elevado,
respiran una atmósfera más pura y disfrutan de una amistad más santa
y dulce que la que el mundo puede ofrecer. Z. ‘96-67 |
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21 de
Junio
“Aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón.”
Mateo
11:29
Verdaderamente, en un espíritu
manso y tranquilo está el secreto del descanso. Ser manso es
cultivar las gracias de la paciencia, de la amorosa sumisión a la
voluntad de Dios; de la consistente confianza en Su amor y cuidado y
en la sabiduría de Su guía y consejo y sus supremas providencias. Y
proseguir persistentemente en este curso a través de buen o mal
nombre, o a través de circunstancias favorables o desfavorables.
Que los hijos de Dios busquen más y más imitar la
mansedumbre y el espíritu pacífico de Cristo, aceptando las
providencias de Dios y obedeciendo sus preceptos y su guía como Él
lo hizo. Armados con la fortaleza que sólo Él puede proveer, y la
dará a aquellos que toman su yugo sobre sí, y aprenden de Él. Z.
’96-79 |
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22 de
Junio
“Se requiere de los
administradores, que cada uno sea hallado fiel”… “a cada uno
conforme a su capacidad.”
I
Corintios 4:2; Mateo 25:15
El talento, siendo el mismo para todos,
apropiadamente representa esa bendición de la gracia divina que es
común a todo el pueblo de Dios: La Justificación. Otros dones
difieren en cantidad, de acuerdo con nuestras oportunidades
naturales, y son generalmente del Padre, por ejemplo, la Palabra y
el Espíritu. Nuestra justificación aunque planeada por el Padre, es
un don de Jesús, porque Él pagó por ella con su propia sangre
preciosa. El único “talento que nos coloca a todos en una posición
común como siervos aceptables y permite a cada uno mostrar su celo
por medio de sus sacrificios. Pero los “talentos”, siendo
distribuidos de acuerdo con la habilidad de cada hombre, representan
oportunidades para el servicio de Dios en las líneas de las
habilidades que poseemos. Pueden ser talentos de educación, dinero,
influencia, buena salud, tiempo, tacto, genio, con oportunidades
para su uso en el servicio de Dios. Z. ’07- 63 |
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23 de
Junio
“Mas el que fue
sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la
palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta
por uno.”
Mateo
13:23
Las distintas medidas de fructificación, treinta,
sesenta y cien veces, o los diez talentos y los cinco, marcan
diferencias en los obstáculos a ser vencidos, etc.; más que
infidelidad en el uso de los medios de la gracia. Algunos pueden
trabajar largo tiempo y con diligencia por pequeños resultados,
mientras que el mismo esfuerzo en otros de voluntad más resuelta y
de mayor continuidad pueden llevar a cabo grandes cosas. Algunos
por resbalones y ocasionales retrocesos, de los cuales se recobran
subsecuentemente, pierden tiempo y oportunidades que nunca pueden
volver a ganarse, aunque son perdonados y generosamente reinstalados
en el favor divino, y de allí en más corren con diligencia y
paciencia hasta el final. Z. ’96-99 |
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24 de
Junio
“Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados.”
Romanos
8:17
Leyendo los planes del Padre para nosotros, a la luz
de su voluntad ejemplificada en Sus tratos con nuestro Maestro,
podemos establecer de inmediato que no es Su voluntad guardarnos de
toda pena y prueba y sufrimiento, y llevarnos triunfalmente a la
gloria en floridos lechos de comodidad. En verdad, nuestro curso
debe ser lo contrario si queremos seguir en las pisadas de Aquel a
quien Dios puso para ser, no sólo como satisfacción por los pecados
del mundo entero, sino también como modelo para la iglesia, la cual
es su cuerpo. Y este conocimiento del plan y la voluntad de Dios
rápidamente nos enseña que no debemos esperar ni debiéramos pedir
estar libres del dolor y los problemas, que su sabiduría ha ordenado
para ser el sendero hacia la gloria. Z. ’96-151 |
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25 de
Junio
“Perseverad en la
oración, velando en ella con acción de gracias.”
Colosenses
4:2
Cada prueba de fe y paciencia es una ocasión para
orar por el prometido socorro. Cada falla en ganar la victoria es
una ocasión para una oración por el perdón, así como por la
bendición divina, para que la lección de nuestra propia debilidad
pueda quedar profundamente impresa, para que en la próxima prueba
similar podamos prontamente pedir y descansar en la “gracia para
ayuda” prometida. Cada victoria sobre el yo es una ocasión para
orar para que no seamos arrogantes y soberbios, sino que nos
mantengamos humildes y alerta para el próximo ataque del gran
adversario. Cada servicio por la Verdad se convierte en una ocasión
para una oración de agradecimiento por el privilegio de servir al
Gran Rey, y una oportunidad por haber sufrido algo por Su causa; y
una razón para suplicar por mejores oportunidades para el servicio y
gracia para usarlas sabiamente. Z. ’96-163 |
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26 de
Junio
“Por tanto, hermanos
santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al
apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.”
Hebreos
3:1
Es la voluntad de Dios que cada miembro del cuerpo de
Cristo se conmueva en su sentimiento por las enfermedades del mundo,
para que, cuando sean exaltados al Reino, puedan ser muy tiernos,
agradables y generosos, cuando, como el Real Sacerdocio, juzguen al
mundo. Nuestro Señor y Maestro, que no tuvo ninguna de las
imperfecciones de la raza caída, sino que era santo, sin mancha, y
separado de los pecadores, necesitó quitar de los hombres sus
enfermedades y debilidades para que Él pudiera conmoverse al sentir
nuestras enfermedades y fuera un Sumo Sacerdote fiel. Sería
totalmente ilógico suponer que las lecciones necesarias para la
preparación del Sumo Sacerdote para su oficio y servicio no son
necesarias para los sacerdotes subordinados, quienes son llamados a
sufrir con Él y a reinar con Él. Z. ’96-208 |
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27 de
Junio
“El que nos confirma con vosotros en Cristo, y el
que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado.”
II
Corintios 1:21
El sello de la marca de la Nueva Criatura es poseer
el Espíritu de Cristo. Las manifestaciones de este Espíritu son
triples: (1) Amor supremo a Dios y gozosa lealtad a su causa aun al
costo del sufrimiento. (2) Amor a los hermanos (sin egoísmo; noble,
puro), un deseo por su bienestar, que siempre está alerta para
hacerles el bien. (3) Amor, agradable, por el mundo que promueve
buenas obras, como las oportunidades lo permitan, y un deseo y
esfuerzo a vivir siempre apaciblemente con todos los hombres. Z.
’96-212 |
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28 de
Junio
“No seas sabio en tu propia opinión, teme a
Jehová, y apártate del mal.”
Proverbios
3:7
Nada es más peligroso para el hijo de Dios que su
auto presunción: bloquea el camino hacia el verdadero progreso y
reforma del corazón y obstaculiza la verdadera utilidad para otros,
y especialmente la utilidad en el servicio de Dios; porque Su
Palabra declara: “Dios resiste al soberbio, pero da gracia al
humilde”. En lugar de la confianza propia, la Sabiduría dictamina
renegar del propio yo, recordando sus debilidades e imperfecciones,
y correspondientemente dictamina una mayor reverencia a Dios y el
descansar sobre Él, lo cual más que ninguna otra cosa nos
fortalecerá y capacitará para apartarnos del mal de nuestro estado
caído. Z. ’96-263 |
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29 de
Junio
“Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Mateo
5:8
La idea de “limpio corazón” no es perfección de
conducta, ni de palabra, ni de pensamiento, sino perfección de
intención con respecto a todos estos. Nuestro deseo y esfuerzo debe
ser por la perfección de pensamiento, palabra y hecho. El modelo
delante de nosotros, al cual nuestros corazones, voluntades, deben
dar asentimiento, es el modelo divino, “sed, pues vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos, es perfecto”
(Mateo 5: 48). Dios no ha establecido un modelo inferior que esta
absoluta perfección, pero Él nos ha provisto con gracia,
misericordia y paz por medio de Cristo, si caminamos en Sus huellas,
siendo esta pureza de corazón uno de los pasos esenciales en el
camino angosto. Z. ’00-71 |
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30 de
Junio
“Al tiempo de la siega
yo diré a los segadores: … recoged el trigo en mi granero.”
Mateo
13:30
El tiempo es breve; el trabajo de siega es grande;
los trabajadores son pocos; nuestro tiempo está consagrado; debemos
trabajar mientras es de día, sabiendo que viene una noche cuando
ningún hombre puede trabajar. Hemos consagrado nuestras vidas hasta
la muerte, somos comisionados por el gran Señor de la siega para
buscar el “trigo” verdadero y recogerlo en el granero ¿Qué tiempo
tenemos para frivolidades o mundanalidades o muchos de los
atractivos sociales? Más bien, debemos contentarnos prestando muy
poca atención a estas cosas, y debemos mantenernos en este rumbo,
comprometiéndonos sinceramente con el trabajo que se nos encomendó,
si queremos tener la aprobación de nuestro Maestro, Su “bien has
hecho, buen y fiel sirviente” Z. ’00-234 |
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