EL TERCER DÍA O ÉPOCA.
“Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar
y descúbrase lo seco: y fue así. Y llamó Dios a lo seco, Tierra; y al
conjunto de las aguas llamó Mares. Y fue la tarde y la mañana el tercer
día.”
La bellísima sencillez de este dicho podría hacernos suponer que las cosas
descritas fuesen obra de magia. Grandes y maravillosas son las obras del
Creador, pero casi siempre se llevan a cabo por medios naturales, llamados
“el curso de la Naturaleza”, y esa Naturaleza obedece únicamente las leyes
impuestas por el Supremo Hacedor.
La teoría de los círculos en la Cosmogonia es que durante el tercer Día
Creativo unos cuantos círculos precipitáronse sobre la tierra. Estos, de
acuerdo con la intención divina, aumentaron la presión sobre la costra
endurecida de la tierra hasta causar grandes surcos y cumbres. Los surcos
convirtiéronse en valles profundos que al inundarse formaron los mares. Las
alturas llegaron a ser montañas y sierras. De este modo terminóse la obra
del tercer Día. Las aguas se juntaron y el drenaje de al tierra, que la
preparaba para la vegetación a que había de dar vida, empezó. Mucho tiempo
debe haberse empleado en el desagüe de la tierra. - Génesis 1:9, 10.
No hemos de creer necesariamente, que todos los continentes, tal como ahora
aparecen, fuesen formados en ese tercer Día o época. Con toda probabilidad
el continente americano formóse más tarde que los de Europa, Asia y África.
Terremotos recientes han cambiado la superficie de la tierra. Estos nos dan
una idea razonable del modo de ejecutarse el mandato divino en el tercer
Día, en que se preparó la tierra para la vegetación.
“Y produjo la tierra yerba que hace simiente según su naturaleza, y árbol
que hace fruto que su simiente está en él según su naturaleza.” Es decir,
que la vegetación empezó en el tercer Día aún cuando no llegó a la
perfección sino luego de haber aparecido el sol. Ciertas formas de vida
vegetal crecen mejor en la sombra. - Génesis 1:12.
Vegetation Flourished
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