CAPERNAUM “ECHADA AL INFIERNO”.
Capernaum, escenario de muchos de los milagros de Jesús, no es hoy más que
una triste ruina en cumplimiento de su profecía: “¡Tú también, oh Capernaum,
que has sido elevada hasta el cielo, hasta el Hades (la tumba) serás
abatida!” Simbólicamente esa ciudad fue elevada hasta el cielo cuando fue
la residencia del Señor durante su ministerio. Los grandes privilegios que
disfrutó aparejaron grandes responsabilidades, y por este motivo Jesús dijo
que si las maravillas que se efectuaron en Capernaum se hubiesen hecho en
Sodoma o Gomorra, que esas ciudades se habrían arrepentido. Y añadió: “¡En
el Día del Juicio será más tolerable para Sodoma y Gomorra que para tí!”
El Día del Juicio es sin duda el Día de mil años del Reino del Cristo
durante el cual todo el mundo tendrá derecho a un juicio equitativo. Esa
Época gloriosa será una de privilegios y de la gracia del Señor, y todas las
tristes consecuencias del pecado desaparecerán de la faz de la tierra para
siempre. Y será mucho más tolerable para los que desconocían la Luz divina,
que para los que conociéndola, no la siguieron.
Es evidente que el Día del Juicio constituye un asunto muy mal entendido. Se
ha creído que ese día sería para sentenciar o condenar únicamente, pero no
es así. Será un período de pruebas constantes para averiguar cuáles son los
caracteres capaces de ser justos bajo las condiciones favorables de aquella
época, y si resultaren firmes y leales en medio de todo, serán recompensados
con la vida eterna como premio a su lealtad y fortaleza.
El primer Día de Juicio fue en el Edén. Adán a causa de su
desobediencia fue sentenciado a muerte. Durante seis mil años ha pesado
sobre su raza esa condena. Jesús murió para libertar al mundo entero de esta
sentencia, y darle una nueva oportunidad de vivir. Los Elegidos hasta ahora
son los únicos que por medio de su fe han gozado de este privilegio. Su
juicio precede al de la humanidad en general con el fin de que los que sean
aceptados puedan asociarse con el Señor en el Juicio Final ma´s tarde, el
Juicio que durará mil años. -1 Corintios 6:2; Hechos 17:31.