LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA.
Los de Sodoma poseían una vega riquísima, de tierras tan fértiles que
parecían desmentir la eficacia de la maldición de Jehová. Condiciones tan
favorables engendraron deseos egoístas que a su vez dieron lugar a lo que
las Escrituras llaman “la soberbia, la hartura de pan y el reposo que tenía
ella y sus hijas; no apoyaba la mano del pobre, y cometieron lo que era
abominable delante de mí; por lo cual yo las quité de delante de mí conforme
a lo que ví.” -Ezequiel 16:49-50.
Dios hizo un ejemplo de los Sodomitas, castigando su pecado con la muerte,
mas no con el tormento eterno. Jesucristo declara: “Llovió fuego y
azufre desde el cielo y los destruyó a todos.” -Lucas 17:29.
Que no perecieron para siempre, y que la misericordiosa provisión hecha para
los pecadores por medio de Cristo incluye hasta los Sodomitas, es cosa que
la Biblia firmemente establece. El profeta Ezequiel, y Jesús mismo,
manifiestan que durante el reino del Mesías, éste dará a todos los que no
poseyeran conocimientos suficientes para ser sometidos a juicio, amplias
oportunidades de conocer a Dios y probar su lealtad a los principios del
bien.
Declaró Jesús que en la época gloriosa de su Reino sería más tolerable para
los Sodomitas que para las gentes que en su Primer Advenimiento escucharan
sus prédicas y rehusaron darles crédito. Oíd sus propias palabras respecto a
esto: “¡Ay de tí, Corazín! ¡Ay de ti, Bethasida! ¡Tú también, Capernaum!
porque si se hubieran hecho en ellas los milagros que han sido hechos en
vosotras, ya há mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza. Pero
os digo que será más tolerable para Tiro y Sidón... y para la tierra de
Sodoma en el día del juicio que para vosotras.” -San Mateo 10:15; 11:21-24.
La profecía de Ezequiel (16:49-61) no puede ser más explícita. Después de
asegurar a los israelitas que Dios les reserva la Restitución de lo perdido
acompañada de bendiciones múltiples, añade que los Sodomitas serán
favorecidos por Jehová al propio tiempo -bajo el nuevo Convenio, durante el
Reino del Mesías.