PASANDO EL JORDÁN.
Después de una peregrinación de cuarenta años a través del desierto,
llegaron los israelitas al Jordán que debían cruzar bajo la dirección de
Josué. Moisés, luego de bendecir a Josué, se retiró al monte Nebo a morir -Deut.
4:21, 22; 32:48-52; 34:5, 9.
En esta ocasión un milagro permitió a los hebreos pasar sobre tierra firme
de una orilla a otra del caudaloso río. Todo estuvo tan cuidadosamente
preparado que en el momento en que los sacerdotes que llevaban el Arca
pusieron los pies en el agua, ésta empezó a retirarse, y ellos, siguiendo
muy de cerca la abertura formada por las olas que se retiraban, se situaron
con el Arca en medio del Jordán hasta que pasaron las huestes de Israel.
-Josué 3:3-17.
Los incrédulos tachan de imposible este milagro que descubrimientos
recientes han logrado probar, indicando los medios empleados para llevarlo a
cabo. Debemos comprender que no hay milagro que a los ojos de Dios no
parezca un hecho sencillo y facilísimo. Dios, aun cuando obra
milagrosamente, casi siempre emplea los medios naturales. Es ahora cosa
sabida que las aguas fueron impedidas más arriba por un derrumbe en un sitio
llamado Adam. Allí precipitóse dentro del río un collado que se alzaba en la
orilla, haciendo una represa que amontonó las aguas; éstas formaron lagos
que permanecieron así hasta que la tierra que llenaba el río cedió al peso
del agua detenida, cuando de nuevo el Jordán siguió su curso acostumbrado.
Fue durante este tiempo que los israelitas pasaron en seco.
En el prototipo la travesía del Jordán representa el paso del pueblo de Dios
de la muerte a la vida por medio de su fe en la sangre del Crucificado. Una
vez instituida la nueva vida, caminan, viven y lidian en la “buena
contienda”, sostenidos e inspirados por esa misma fe, en el nombre y bajo la
dirección de su Señor. El nombre de Josué equivale a Jesús, y significa
salvador-libertador.
Respecto a los tipos y las profecías del pasado dicen los Apóstoles que la
Ley fue sombra de otras cosas mejores que habían de ser de gran importancia
para la Iglesia. -Romanos 15:4; Hebreos 10:1.
Israelites Entering Canaan
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