AL REY SEDEQUIAS LE SACAN LOS OJOS.
Dios prometió al rey David que el Reino Mesiánico pertenecería a uno de su
linaje y por centenares de años los reyes que reinaban en Jerusalem se
escogían de entre sus desdendientes. El último fue el rey Sedequías de
quien el profeta Ezequiel profetizó diciendo: “Y tú, ¡oh profano e impío
príncipe de Israel! cuyo día ha llegado ya, el tiempo en que la iniquidad
acarrea la destrucción; ¡apártese la diadema y quítese la corona real!
¡ésta no será más así! Haré que haya trastorno, trastorno, trastorno, hasta
que venga Aquél cuyo derecho es el derecho y a Él se lo daré.” (Ezequiel
21:25-27). Con esto decía, aunque con otras palabras, que después de
Sedequías no habría rey alguno absoluto hasta llegar el Mesías. Esta
profecía ha venido cumpliéndose por espacio de dos mil quinientos diez y
nueve años, o sea, desde entonces acá. Los demás reyes pagaron tributo a
otros poderes, y ninguno de ellos era del linaje real de David.
Cuando Jehová le quitó el reino a Sedequías le dijo que sería llevado
prisionero a Babilonia por el rey Nabucodonosor, y por otro profeta dijo
Dios que jamás vería dicha ciudad. Ambas profecías se realizaron, pues
siendo prisionero le sacaron los ojos, y así, ciego lo llevaron a Babilonia.
Empero la promesa que hiciera Dios a David, que de su descendencia serían
los reyes de Israel para siempre, no se había quebrantado. El mensaje al rey
Sedequías decía simplemente que el trono desde entonces en adelante no sería
reconocido por Jehová, y que así permanecería hasta que reinase el Mesías.
El Primer Advenimiento del Señor no cumplió esta profecía porque Jesucristo,
aunque era el Mesías prometido, no era aún Rey. Como sacerdote, Él ser
ofreció a sí mismo, y su ofrenda perdura a través de los siglos. Desde el
Pentecostés ha estado ofrendando a sus siervos que se le han presentado para
ser sacrificados. (Romanos 12:1). Éstos, que junto con Él se sacrifican como
“miembros de su Cuerpo” tendrán parte en el Reino Mesiánico de mil años, y
durante esa Época podrán bendecir, a Israel primero, y luego al mundo
entero. -Apocalipsis 20:6.
"Thy Word Is Truth"
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