LA FIESTA DEL REY BELSASAR.
El buen juicio del rey Nabucodonosor cedió un tanto a su orgullo, y en las
llanuras de Dura erigió una gran imagen, una estatua de sí mismo como
Monarca de la Tierra, y llevó su soberbia hasta el extremo de exigir que
todos la adorasen. Razonaba que si las gentes llegasen a creerle un dios,
sería más fácil dominarlas. Pero entre toda aquella muchedumbre hubo tres
hebreos que se negaron a doblar la rodilla. Sus escrúpulos religiosos no
fueron respetados. Fue mas que suficiente su actitud para justificar un
severo castigo. Mandó Nabucodonosor que se calentara un horno siete veces,
eso es, tan caliente como era posible estuviera, y que dentro de él echaran
a los tres jóvenes judíos. Los que cumplieron la orden se asfixiaron a causa
del fuego que aspiraron. El rey y su corte que desde cierta distancia
contemplaban a los hebreos dentro del horno, vieron en medio de ellos a Uno
que se parecía al Hijo de Dios, y estaban ilesos todos, ¡sin haber sufrido
la más leve quemadura! El monarca reconoció al Dios de Israel y mandó que
le rindiese homenaje todo el mundo
Fue después de esto que el rey, en castigo a su orgullo, perdió el uso de la
razón y comió hierba como un animal por espacio de siete años. Luego recobró
el juicio y vivió para alabar y adorar a Dios.
Más tarde hubo la fiesta de Belsasar y la escritura en la pared, seguida por
la caída de la ciudad cuando los Medos y los Persas, representados por la
parte de plata de la Imagen, y por el Oso en el sueño de Daniel, tomaron
posesión de Babilonia. El ejército de Ciro desvió el curso del río Eufrates
y, caminando por su lecho ya transitable, penetró dentro de las murallas y
venció a la ciudad que se creía inexpugnable.
Babilonia
es el nombre que en el Apocalipsis se le da a un gran sistema eclesiástico
cuya caída se predice, diciendo que las aguas del simbólico Eufrates -que
representa las naciones del mundo con sus riquezas- serán secadas “para
preparar el camino de los Reyes que vienen de Oriente.” Esos Reyes son los
que pertenecen al Sacerdocio Real con el Cristo a la cabeza. -Apocalipsis
17:15.
Belshazzar's Last Feast
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